Terapia hormonal en la menopausia: Pros, contras y alternativas

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Las terapias hormonales suelen ser un tema central cuando se habla de la pre y postmenopausia. Para algunas mujeres, representan una solución efectiva para aliviar los síntomas intensos; para otras, conllevan dudas y preocupaciones sobre sus posibles riesgos. Este artículo explora los pros y contras de la terapia hormonal (TH), cuándo considerar su uso y qué alternativas existen.

 

¿Qué es la terapia hormonal?

La terapia hormonal consiste en administrar hormonas, principalmente estrógenos y, en algunos casos, progesterona, para aliviar los síntomas derivados de la disminución hormonal en la menopausia. Puede ser administrada en diversas formas, como píldoras, parches, geles o anillos vaginales.

 

¿Cuándo considerar la terapia hormonal?

  • En la premenopausia:
    - Puede usarse para tratar síntomas severos de desbalance hormonal, como sofocos intensos, insomnio o cambios emocionales, siempre bajo supervisión médica.
    - Es menos común iniciar la TH en esta etapa, ya que los niveles hormonales aún fluctúan.
  • En la postmenopausia:
    - Es más frecuente su uso para aliviar síntomas persistentes como sequedad vaginal, pérdida de masa ósea o sofocos severos.
    - Suele recomendarse en los primeros 10 años posteriores a la menopausia para minimizar riesgos.

Pros y contras de la terapia hormonal

  • Pros:
    1. Alivio de los síntomas: Sofocos, sudores nocturnos, insomnio y sequedad vaginal suelen mejorar significativamente.
    2. Protección ósea: Reduce el riesgo de osteoporosis y fracturas.
    3. Mejora emocional: Ayuda a estabilizar cambios de humor y reducir la ansiedad.
    4. Salud cardiovascular: En algunas mujeres menores de 60 años, puede ofrecer beneficios para el corazón.

 

  • Contras:
    1. Riesgo de coágulos sanguíneos: Aumenta ligeramente el riesgo de trombosis venosa profunda.
    2. Mayor riesgo de cáncer de mama: Asociado al uso prolongado, especialmente cuando se combina estrógeno con progesterona.
    3. Efectos secundarios: Náuseas, dolores de cabeza, sensibilidad en los senos o hinchazón.
    4. No es para todas: Mujeres con antecedentes de cáncer de mama, coágulos o enfermedades cardíacas deben evitarla.

 

Alternativas a la terapia hormonal

Para aquellas que no desean o no pueden optar por la terapia hormonal, existen opciones efectivas:

  • 1. Cambios en el estilo de vida:
    - Alimentación rica en fitoestrógenos (soja, lino, garbanzos).
    - Ejercicio regular para fortalecer huesos y mejorar el estado de ánimo.
    - Técnicas de manejo del estrés, como yoga o meditación.

 

  • 2. Suplementos y remedios naturales:
    - Cohosh negro: Conocido por reducir sofocos.
    - Aceite de onagra: Ayuda con la sequedad vaginal y sensibilidad mamaria.
    - Vitamina D y calcio: Fundamentales para la salud ósea.

 

  • 3. Terapias locales:
    - Cremas y anillos vaginales con dosis bajas de estrógenos para aliviar la sequedad sin los riesgos sistémicos.

 

  • 4. Terapias no hormonales:
    - Medicamentos como inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) pueden aliviar sofocos y mejorar el estado de ánimo.

 

Conclusión

La terapia hormonal puede ser una herramienta valiosa para algunas mujeres, pero no es una solución universal. Es fundamental consultar con un médico especializado para evaluar los beneficios y riesgos según el historial médico, los síntomas y las necesidades personales. Asimismo, explorar alternativas no hormonales puede ser una opción efectiva y segura para muchas mujeres.